La ceremonia de inauguración del gasoducto Turkish Stream, por el que el gas ruso fluirá a Europa por Turquía, tuvo lugar en Estambul el 8 de enero.
Ereván 09 de Enero 2020. SoyArmenio.com - La ceremonia de inauguración del gasoducto Turkish Stream, por el que el gas ruso fluirá a Europa por Turquía, tuvo lugar en Estambul el 8 de enero.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el presidente ruso, Vladimir Putin, el presidente serbio, Alexander Vucic, y el primer ministro búlgaro, Boyko Borisov, asistieron a la ceremonia de apertura, según informa INTERFAX.
Después de los discursos de Putin y Erdogan, se abrieron las válvulas de las tuberías de gas. La construcción del oleoducto del Mar Negro se completó en noviembre de 2018.
Cabe señalar que el gasoducto Turkish Stream de 935 km de largo comienza en la costa de la ciudad de Anapa en la región de Krasnodar de Rusia, luego cruza el Mar Negro hacia la costa turca cerca de Quaykoy.
La tubería consta de dos ramales, cada una con una capacidad de 15,750 millones de metros cúbicos.
Se prevé que Turquía comprará todo el volumen de gas suministrado por una de las tuberías, mientras que el gas suministrado por la otra se suministrará desde Turquía a través de Bulgaria hasta el sur y sureste de Europa.
Siria y Libia los separan
Si bien Erdogan y Putin afirman públicamente que las relaciones bilaterales están bien y se profundizan día a día, los analistas dicen que las cosas no son así ya que surgieron divergencias entre los dos países.El primero de estos temas controvertidos es Libia. En una sesión especial el fin de semana pasado, el parlamento de Turquía decidió enviar una tropa de un año al país africano en medio de una guerra civil para apoyar a un gobierno reconocido por la ONU.
En el lado opuesto está el autoproclamado líder, el general Khalif Haftar, quien según los informes cuenta con el apoyo no solo de los Emiratos Árabes Unidos sino también de Moscú.
Los testigos afirman que ya hay mercenarios pagados por Rusia y Turquía.
Los rusos son una organizaron no oficial llamada Wagner, que apoyan a los rebeldes del Kremlin, y los francotiradores rusos controlan la línea de contacto. Y los pagados por Turquía son las milicias islámicas sirias o extremistas del ISIS que fueron reclutados y entrenados en Siria antes de ser enviados a Libia.
El otro tema es Siria. Ankara y Moscú también están en desacuerdo sobre la crisis en curso en ese país: Mientras Rusia apoya al presidente Assad durante años, Turquía intentó derrocarlo y quiere territorio sirio.
Hasta la fecha, las partes evitaron estas contradicciones aparentes al dividir el área en sus propias zonas de influencia.
El frágil acuerdo, sin embargo, está en peligro desde hace semanas, ya que las fuerzas del gobierno sirio, con el apoyo de los rusos, están disparando al noreste de Idlib, el último asentamiento importante controlado por los rebeldes.
"Hay un derramamiento de sangre en el terreno, 300.000 refugiados se mudan de Idlib a Turquía", dijo el presidente Erdogan la semana pasada, sin ocultar su enojo, y enfatizó que el problema debería resolverse.
Tal vez sea Putin y Erdogan discutieron estas diferencias en la única reunión que tuvieron a puertas cerradas con tan solo dos traductores.
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