La evolución de las relaciones entre Turquía y Armenia ha consistido en varias fases, con algunas dinámicas contradictorias. La República ...
La evolución de las relaciones entre Turquía y Armenia ha consistido en varias fases, con algunas dinámicas contradictorias. La República de Turquía fue uno de los primeros países en reconocer a Armenia como estado independiente en 1991. Esto fue seguido por el establecimiento de contactos oficiales entre Ereván y Ankara.
Después del golpe de estado de 1998 que llevó Robert Kocharian al poder en Armenia, la relación de Armenia y Turquía entró en una nueva etapa. Kocharian llevó a revisar algunas disposiciones claves de la agenda de política exterior del país, declarando el reconocimiento internacional del genocidio armenio de 1915 en el imperio otomano como eje de su política exterior. En 2005, el entonces primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan, escribió una carta al Presidente Kocharian proponiendo que Armenia y Turquía establecieran un grupo mixto formado por historiadores y otros expertos de ambos países para estudiar la evolución y acontecimientos de 1915.
La integración del componente 'histórico' en la relación oficial de Armenia y Turquía tomó ritmo en 1998, condicionando la resolución de los temas políticos a la resolución de temas históricos.
Esto complicó considerablemente la relación de Armenia y Turquía, que ya venía pre condicionada por Turquía en Azerbaiyán, el conflicto de Nagorno-Karabaj y la Diáspora Armenia.
Una nueva etapa en las relaciones de Armenia y Turquía comenzó en 2008 y dio lugar a la firma de los protocolos de Zurich el 10 de octubre de 2009. Los protocolos de Zurich no tuvieron en cuenta dos grandes realidades. Una, fue la disposición de establecer una subcomisión de historiadores para lograr una evaluación común de la historia de Armenia y Turquía, limitando así la normalización de las relaciones. La otra fue el hecho de que la realidad del poder político fue subestimada. Tanto los estamentos de la paz internacional y las autoridades de Armenia trataron de separar el tema del conflicto de Nagorno-Karabaj al proceso de normalización de Armenia y Turquía, mientras que para los funcionarios en Ankara eran y son cuestiones indivisibles.
Esta es la razón para la flagrante negativa de Turquía a ratificar los protocolos, en contraste con los funcionarios en Ereván que estaban listos para la ratificación y aplicación incondicional.
¿Qué tenemos hoy en día, cinco años después de la firma de los protocolos? En primer lugar, tuvieron un impacto negativo sobre los esfuerzos del Grupo de Minsk de la OSCE para avanzar en el proceso de paz de Nagorno-Karabaj. En segundo lugar, la tensión entre Ereván y Ankara comenzó a escalar después de la firma de los protocolos a un nivel nunca visto antes. En tercer lugar, Moscú comenzó a explotar esta tensión para aumentar sustancialmente su presencia militar en Armenia. El hecho de que Rusia aumentara su influencia política en la región es quizás el resultado más grave de los protocolos de Zurich.
Es erróneo creer que la extensión de la acumulación de la influencia rusa en Armenia está en consonancia con los intereses nacionales de Turquía. Además, nadie cree que si Azerbaiyán atacara Nagorno-Karabaj y Armenia, la base militar rusa en Gyumri actuaría para proteger a los intereses armenios.
La actual tensión en las relaciones entre Armenia y Turquía podría ser disuelta, mientras el proceso esté libre de mediación externa. Los contactos a nivel gobierno deben continuar, como la visita de Edward Nalbandian a Turquía para asistir a la ceremonia de asunción del Presidente Erdogan en agosto de 2014. De hecho, estas visitas serán más probables que ocurran después del centenario del 24 de abril
Debido a que estaban destinadas a intentar producir un acuerdo sobre el pasado desde el inicio, los protocolos de Zurich no podrían servir de base para la normalización de las relaciones de Armenia y Turquía. Para marcar el comienzo de la fase post-Zurich de las relaciones entre Armenia y Turquía, está claro que los esfuerzos por reconciliar las cuestiones históricas deben estar claramente separadas de las relaciones entre Armenia y Turquía a nivel estatal. Sólo que una vez que se establezcan relaciones diplomáticas entre los dos Estados, se podrá iniciar un verdadero proceso de reconciliación entre las sociedades turco-armenio, incluyendo la Diáspora.
* El Embajador David Shahnazaryan es Analista Senior Para el Centro de Estudios Regionales en Ereván, Armenia. Se desempeñó como embajador de la Presidente de Armenia en misiones especiales y como representante especial del Presidente de Armenia entre 1992-95 y como Ministro armenio de Seguridad Nacional entre 1994-95.
Después del golpe de estado de 1998 que llevó Robert Kocharian al poder en Armenia, la relación de Armenia y Turquía entró en una nueva etapa. Kocharian llevó a revisar algunas disposiciones claves de la agenda de política exterior del país, declarando el reconocimiento internacional del genocidio armenio de 1915 en el imperio otomano como eje de su política exterior. En 2005, el entonces primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan, escribió una carta al Presidente Kocharian proponiendo que Armenia y Turquía establecieran un grupo mixto formado por historiadores y otros expertos de ambos países para estudiar la evolución y acontecimientos de 1915.
La integración del componente 'histórico' en la relación oficial de Armenia y Turquía tomó ritmo en 1998, condicionando la resolución de los temas políticos a la resolución de temas históricos.
Esto complicó considerablemente la relación de Armenia y Turquía, que ya venía pre condicionada por Turquía en Azerbaiyán, el conflicto de Nagorno-Karabaj y la Diáspora Armenia.
Una nueva etapa en las relaciones de Armenia y Turquía comenzó en 2008 y dio lugar a la firma de los protocolos de Zurich el 10 de octubre de 2009. Los protocolos de Zurich no tuvieron en cuenta dos grandes realidades. Una, fue la disposición de establecer una subcomisión de historiadores para lograr una evaluación común de la historia de Armenia y Turquía, limitando así la normalización de las relaciones. La otra fue el hecho de que la realidad del poder político fue subestimada. Tanto los estamentos de la paz internacional y las autoridades de Armenia trataron de separar el tema del conflicto de Nagorno-Karabaj al proceso de normalización de Armenia y Turquía, mientras que para los funcionarios en Ankara eran y son cuestiones indivisibles.
Esta es la razón para la flagrante negativa de Turquía a ratificar los protocolos, en contraste con los funcionarios en Ereván que estaban listos para la ratificación y aplicación incondicional.
¿Qué tenemos hoy en día, cinco años después de la firma de los protocolos? En primer lugar, tuvieron un impacto negativo sobre los esfuerzos del Grupo de Minsk de la OSCE para avanzar en el proceso de paz de Nagorno-Karabaj. En segundo lugar, la tensión entre Ereván y Ankara comenzó a escalar después de la firma de los protocolos a un nivel nunca visto antes. En tercer lugar, Moscú comenzó a explotar esta tensión para aumentar sustancialmente su presencia militar en Armenia. El hecho de que Rusia aumentara su influencia política en la región es quizás el resultado más grave de los protocolos de Zurich.
Es erróneo creer que la extensión de la acumulación de la influencia rusa en Armenia está en consonancia con los intereses nacionales de Turquía. Además, nadie cree que si Azerbaiyán atacara Nagorno-Karabaj y Armenia, la base militar rusa en Gyumri actuaría para proteger a los intereses armenios.
La actual tensión en las relaciones entre Armenia y Turquía podría ser disuelta, mientras el proceso esté libre de mediación externa. Los contactos a nivel gobierno deben continuar, como la visita de Edward Nalbandian a Turquía para asistir a la ceremonia de asunción del Presidente Erdogan en agosto de 2014. De hecho, estas visitas serán más probables que ocurran después del centenario del 24 de abril
Debido a que estaban destinadas a intentar producir un acuerdo sobre el pasado desde el inicio, los protocolos de Zurich no podrían servir de base para la normalización de las relaciones de Armenia y Turquía. Para marcar el comienzo de la fase post-Zurich de las relaciones entre Armenia y Turquía, está claro que los esfuerzos por reconciliar las cuestiones históricas deben estar claramente separadas de las relaciones entre Armenia y Turquía a nivel estatal. Sólo que una vez que se establezcan relaciones diplomáticas entre los dos Estados, se podrá iniciar un verdadero proceso de reconciliación entre las sociedades turco-armenio, incluyendo la Diáspora.
* El Embajador David Shahnazaryan es Analista Senior Para el Centro de Estudios Regionales en Ereván, Armenia. Se desempeñó como embajador de la Presidente de Armenia en misiones especiales y como representante especial del Presidente de Armenia entre 1992-95 y como Ministro armenio de Seguridad Nacional entre 1994-95.
Esta es una versión abreviada del artículo original publicada en el Turkish Policy Quarterly's (TPQ), de la edición de otoño de 2014, traducida al español por SoyArmenio.com.
Las colaboraciones firmadas expresan la opinión de sus autores y no reflejan necesariamente la del sitio web.La línea editorial de SoyArmenio se especifica exclusivamente a través de los textos firmados por su Director, Klaus Lange Hazarian.
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