La Batalla de Sarikamis es conmemorada por Turquía como el día en que sufrieron el peor desastre de su ejército en manos de los rusos, pero...
La Batalla de Sarikamis es conmemorada por Turquía como el día en que sufrieron el peor desastre de su ejército en manos de los rusos, pero recordada por los armenios como en inicio del racismo que su comandante Enver Pasha dispensara luego a los armenios, acusándolos de la causa de dicha derrota.
(SoyArmenio) La Batalla de Sarikamis fue la primera y mayor batalla de la Campaña del Cáucaso de la Primera Guerra Mundial, en la que las tropas del Imperio ruso cosecharon una apabullante victoria sobre las tropas del Imperio otomano.
Debido al gran número de soldados otomanos que perdieron la vida (en su mayoría congelados durante la retirada, pues la batalla tuvo lugar en pleno invierno), los turcos se refieren a este suceso como Sarıkamış Faciası, el "Desastre de Sarıkamış" y lo conmemoran el 4 de enero.
Enver Pasha decidió movilizar hacia el noroeste de Anatolia al mayor contingente militar del Imperio, el Tercer Ejército Turco (que actualmente sigue en activo y es la mayor división de la moderna República de Turquía), compuesto en ese momento por 95.000 a 190.000 hombres. Sin embargo, la funesta decisión de atravesar los montes Allahüekber en pleno invierno y en medio de tormentas de nieve redujo su número a apenas 80.000 a 90.000 efectivos. El resto de los soldados (muchos de los cuales no eran turcos, sino kurdos y armenios) murieron de hipotermia por falta de ropas adecuadas para resistir el frío, algunos soldados armenios inclusive desertaron con el fin de eludir el destino de sus compañeros.
Por su parte, el Ejército Ruso del Cáucaso contaba en la zona con unos 100.000 soldados, aunque el número que se presentó a la batalla pudo ser bastante menor debido a que el estado mayor ruso, juzgando el frente del Cáucaso como secundario, habían transferido algunos contingentes al Frente Oriental con el fin de enfrentarse a los alemanes y austrohúngaros. Al mando de las tropas se encontraba el veterano General Nikolái Yudénich, que demostraría su profunda valía y experiencia no sólo en la Gran Guerra, sino también en la Guerra Civil Rusa.
A mediados de diciembre, Enver entró en el Cáucaso a través de Armenia y dividió a sus tropas en múltiples contingentes de pequeño tamaño, cada uno de los cuales tomaría su propia ruta y se reuniría con el resto en Sarikamis. Esta estrategia fue duramente criticada por von Sanders, pero Enver lo ignoró por completo. Lo mismo hizo Yudenich con su inmediato superior, el gobernador ruso del Cáucaso Illarion Vorontsov-Dashkov, quien le había ordenado retroceder a Kars para reforzar las defensas de la plaza. En su lugar, el general ruso prefirió quedarse en Sarikamis y esperar la llegada de los turcos.
Las divisiones otomanas perdieron el contacto entre sí durante el viaje y llegaron en diferentes tandas a Sarikamis entre el 29 de diciembre de 1914 y el 3 de enero de 1915, lo que les restó efectividad. Un ataque inicial, llevado a cabo por las primeras divisiones que llegaron, logró tomar los barracones situados al oeste de la ciudad, pero las fuerzas turcas fueron forzadas a retroceder de inmediato. En los días siguientes las unidades más retrasadas se dedicaron a atacar a los rusos según iban llegando al lugar de la batalla, sin la menor coordinación entre sí o con quienes habían llegado previamente, lo que permitió a los rusos repelerlas una por una. Este desorden fue lo que inclinó la balanza decisivamente del lado ruso, pues, aunque los turcos consiguieron algunos de sus objetivos, éstos no pudieron mantener ninguno de ellos por encontrarse completamente agotados. El 4 de enero, finalmente, el ejército otomano levantó el informal asedio y retrocedió de forma completamente desordenada.
El número de otomanos que perdieron la vida durante el traslado, batalla y retirada no es seguro, como tampoco lo es el número real de éstos que llegaron a participar en la misma debido al gran número de efectivos que se perdieron por el camino. Según fuentes turcas, las bajas fueron de 60.000 a 90.000, aunque otros llegan a elevarlas hasta muy por encima de 150.000. En su mayor parte los soldados murieron por congelación o atacados por la espalda por los rusos durante la retirada. El resultado fue una extraordinaria derrota para los turcos, que perdieron en esta empresa más hombres que en ninguna otra batalla de la Primera Guerra Mundial. Sarikamis fue más tarde descrita por un oficial alemán destinado en Turquía como "un desastre sin parangón en la historia militar por su rapidez y completitud".
Por su parte, los rusos perdieron unos 35.000 hombres (según fuentes turcas) y el General Yudenich fue ascendido a Comandante del Ejército del Cáucaso. La brecha abierta en las líneas otomanas fue aprovechada durante el verano de 1915 para realizar una serie de incursiones en territorio otomano, que llegaron a alcanzar Erzincan y el lago Van.
Enver dejó el mando de las tropas en manos del General Hafiz Hakki y regresó a Estambul. En mayo de 1915 comenzó a responsabilizar públicamente a los armenios de la derrota, acusándoles de cooperar con los rusos y atacar las líneas de suministro otomanas. Esta acusación sería la piedra angular del futuro Genocidio Armenio, continuando el proceso de matanzas y asesinatos colectivos iniciados en las masacres hamidianas.
Por su parte, los turcos conmemoran cada año a los Mártires de Sarıkamış, un evento que el gobierno exacerba el Islam y su discurso anti armenio. Este año la actividad de conmemoración fue organizada por el Ministerio de Juventud y Deporte, en el que el gobierno lee el Corán y después iniciaron la marcha de 8,5 kilómetros hasta el cementerio de los Caídos.
¡¡Falta agregar que el General Enver comenzó esta aventura con algo inadmisible en un general !! ¡¡Los soldados turcos estaban con ropa de verano todavía!!
ResponderBorrarmuy contento en leer el desastre del ejercito turco. Lastima que no murieron todos, incluido la hyena Enver.
ResponderBorrarCreo de todos modos que el plan genocida del CUP a esa altura ya estaba definido. Claro que el "cassus belli" alegado para las llamadas "deportaciones" de Armenios fue presentarnos como los infieles que los traicionamos. En fin, durante decadas han engañado a sus propios ciudadanos Turcos, a muchos de los cuales se les comienza a caer la venda de los ojos. Abrazo y excelente los contenidos de la pagina.
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