Peregrinaje anual de los Zoroastrianos en Irán

Miembros del  culto a Zoroastro en Irán realizan su peregrinaje anual al templo en la montaña rocosa de Chakchak. (SoyArmenio) En Ch...

Miembros del  culto a Zoroastro en Irán realizan su peregrinaje anual al templo en la montaña rocosa de Chakchak.

(SoyArmenio) En Chak Chak, a unos 600 kilómetros (370 millas) al sureste de la capital, Teherán, los creyentes se reunieron para recordar Nikbanou, una heroína de la fe, que según la tradición se refugió en la montaña y oró para pedir ayuda. Milagrosamente, la montaña se habría abierto para darle protección a la princesa, la hija menor del último rey del imperio sasánida persa.
En ese lugar, continúa la leyenda, brotó un arroyuelo de agua primaveral.

Hace muchos años, los peregrinos sacaron del lugar una piedra de colores que, se decía, era la único que quedaba de la vestimenta petrificada de Nikbanou.
Los peregrinos modernos suben centenares de escalones en las imponentes rocas, hasta llegar a una cueva donde oran y beben agua cristalina de un pequeño arroyo.
También beben té y vino -en Irán se permite el consumo de alcohol a los no musulmanes- y las mujeres pueden despojarse de sus velos.

Miles de seguidores de Zoroastro, como muchos otros iraníes, emigraron al extranjero bajo el ex presidente Mahmoud Ahmadinejad debido a las restricciones sociales y un empeoramiento de la economía.
El chiismo iraní -religión oficial- tolera esta fe, pero los sunitas, más ortodoxos, la consideran herética.

Por siglos, las persecuciones religiosas han obligado a los zoroastristas iraníes a refugiarse en la India, donde son conocidos como "parsis". En el centro de Bombay tienen una Torre del Silencio donde sí se les permite oficiar sus ceremonias fúnebres.
Sin embargo, también las estrictas reglas del zoroastrismo -como sus leyes de matrimonio- causan que su número mengue.

La ciudad de Yazd, en el centro de Irán, es la capital histórica del zoroastrismo, un culto al que muchos consideran como la primera religión monoteísta del mundo y que tuvo profunda influencia en el judaísmo, el cristianismo y el Islam.
La fe fue fundada en 600AC, por el profeta persa Zoroastro (o Zaratustra), quien creía haber visto visiones de un dios al que llamó Aura Mazda.
El zoroastrismo fue la religión estatal de Persia por centurias, hasta que, hace 1.400 años, fue desplazada por la invasión árabe musulmana.
Su último rey, Yazdgerd III, fue capturado por los invasores, pero se dice que su segunda hija, Nikbanou, escapó y se refugió en la montaña sagrada.

Además de su deidad, los zoroastristas creen en una figura maligna: Angra Mainyu, y su propio libro sagrado, el Zen Avesta.
A los zoroastristas a menudo se les confunde -erróneamente- con adoradores del fuego.
Esto por la permanente presencia de fuego en sus ceremonias y templos, así como por la celebración de "el nacimiento del fuego", donde dan gracias por su calor y su luz.