Leyenda 12 de las 100 de Ararat. La leyenda del maestro Momik

Cualquiera que haya visto alguna vez Noravank, el monasterio diseñado y construido por Momik el arquitecto en la Quebrada de Vayots Dzor,...

Cualquiera que haya visto alguna vez Noravank, el monasterio diseñado y construido por Momik el arquitecto en la Quebrada de Vayots Dzor, nunca será capaz de olvidar ese milagro de la arquitectura. Como una visión, regresará a su memoria en momentos de alegría y serenidad.

Incluso hoy en día, miniaturas y khachkars en las paredes del monasterio abruman con su pureza y tranquilidad, porque todo lo que tocaron las manos del gran Momik era convertido por arte de magia.

La gente también estaba consciente de que en aquel entonces, 700 años atrás, cuando se construyeron los muros del monasterio en la cornisa de la garganta del río sinuoso, el monasterio se elevaba en medio de los rojos acantilados.

Esos acantilados rocosos podrían contar muchas historias interesantes. Por ejemplo, podrían dar testimonio de que un hombre que haga una buena obra no siempre es recompensado con diversión y alegría.

El Maestro Momik estaba enamorado de la hermosa hija del príncipe Orbelian, el señor de la provincia de Syunik y ella también estaba completamente prendada del talentoso arquitecto. Cuando su padre se enteró acerca de ello, convocó a Momik y le dijo: "Te voy a dar la mano de mi hija, pero sólo si puedes construir un templo de belleza incomparable en menos de tres años".

El joven arquitecto fue inmediatamente a trabajar. Cortó enormes trozos de roca, haciendo de ellos piedras de construcción. Y efectivamente, en menos de tres años, su proyecto se acercaba a su finalización.

Estaba dándole los toques finales a la cúpula encaramada en la cima, regocijándose con anticipación de que vería a su amada, cuando de repente un hombre llegó al templo. Entró en la iglesia, se subió a la cúpula y, sin previo aviso, empujó a Momik de la pared como le había ordenado hacerlo su amo, el príncipe de Syunik.

El pobre Momik se desplomó al suelo agarrándose del último bloque de la cúpula con sus manos. Ese bloque de piedra se convirtió en su lápida.

Pero la belleza de Noravank no murió con su creador. De hecho, se volvió cada vez más radiante y brillante. Durante siete siglos sus alabanzas fueron cantadas por el eterno cielo azul, el eterno sol de oro y las eternas y rojas montañas.

Las 100 leyendas de Ararat es una antología gráfica y colorida de las tradiciones milenarias del pueblo armenio, interpretadas por los escritores y artistas modernos que ilustran cada una de las “100 leyendas de Armenia”, un libro editado por la fábrica de coñac Ararat.