Leyenda 7 de las 100 de Ararat. La leyenda del martillo de oro divino

La leyenda del martillo de oro divino Sucedió al principio de una nueva era, cuando Armenia, cuna de las primeras fábulas, se convirt...

La leyenda del martillo de oro divino

Sucedió al principio de una nueva era, cuando Armenia, cuna de las primeras fábulas, se convirtió en la cuna del cristianismo.

El Rey Trdat convertido recientemente y su mentor, Gregorio el Iluminador, se animaron a construir una catedral cristiana. Se decidió que debía ser construida en el mismo lugar donde habían muerto los primeros mártires armenios confesos  –Ripsime, Gayane y las treinta y cinco justas vírgenes– por su fe cristiana. Gregorio el iluminador señaló a ese lugar sagrado sin dudarlo, dijo una oración y se fue a la cama.

Sin embargo, el sueño no vino. Él estaba plagado de dudas. ¿Sería posible realizar lo que fue concebido?. Después de todo, esa tierra no nada nada más que arcilla y pantanos. Finalmente, cayó en un sueño intranquilo. De repente, en su sueño vio la figura del Salvador con un martillo de oro en la mano. Con el borde de su martillo, el Salvador dibujó un círculo, señalando el lugar donde debía colocarse el cimiento fundacional del templo. Al amanecer, comenzó la construcción del mismo. Pero al día siguiente, los artesanos llegaron a la obra sólo para descubrir que la fundación se había derrumbado.

El iluminador se entristeció aún más. Esa noche soñó nuevamente al Salvador. En su sueño, Cristo advirtió a Gregorio que el emplazamiento de la obra se vio comprometida por varios centros del mal, pero el Salvador le aseguró que él purgaría el mal que yacía dentro. Entonces Gregorio vi al Salvador descender de la montaña y que iba hacia el templo en un camino formado por un rayo de luz celestial. Luego, vio como golpeó la Fundación del templo con su martillo de oro tres veces, desapareciendo así el mal oculto debajo de ella y al instante la fundación se fortaleció.

Cuando el rey Trdat finalmente dio a conocer la nueva y magnífica catedral cristiana la llamó Echmiadzin, incluso las aves del cielo, cantaban y se regocijaron junto al jubiloso pueblo. Desde ese día, Echmiadzin se convirtió en el centro espiritual de Armenia y el corazón del cristianismo armenio.

Un Altar especial de la santa ascendencia también fue colocada en el punto exacto donde el Salvador golpeó la Fundación con su martillo de oro. Servicios en memoria del primer Catholicós de Armenia, Gregorio el iluminador, se celebran periódicamente en el altar.

Las 100 leyendas de Ararat es una antología gráfica y colorida de las tradiciones milenarias del pueblo armenio, interpretadas por los escritores y artistas modernos que ilustran cada una de las “100 leyendas de Armenia”, un libro editado por la fábrica de coñac Ararat