Este fin de semana se conoció la noticia de que el renombrado escritor armenio Zori Balayan le había remitido a Putín una carta asegurando q...
Este fin de semana se conoció la noticia de que el renombrado escritor armenio Zori Balayan le había remitido a Putín una carta asegurando que Karabaj pertenece a Rusia.
En el día del aniversario del tratado de Balayan, el escritor remitió una carta de 10 páginas a Putin en el que citó un montón de argumentos a favor de que el problema de Nagorno es un problema ruso y que Rusia debe solucionar este problema reconociendo Karabaj como lo hizo en Gulistan.
La carta de Balayan, que frecuentemente viaja a Moscú para tratar de convencer a Rusia de reconocer la independencia de Karabaj, generó una ola de protestas en las redes sociales y medios de comunicación de toda Armenia y Karabaj, no sólo por el tenor de la carta, sino por el prestigio que tiene el escritor que la remitiera a Putin.
En su carta, Balayan argumenta que Karabaj pertenece a Rusia en virtud del Tratado de Gulistan firmado hace 200 años el 12 de octubre, pidiéndole que visitara Karabaj y finalmente la reconociera como parte de Rusia.
Acusaciones desde traición, enfermedad mental y senilidad recibió Balayan, pero una gran parte de los analistas políticos comenzaron a preguntarse si esta jugada epistolar del escritor no ocultaba algún movimiento político del oficialismo, ya que este escritor, conocido por estar íntimamente ligado al poder y odiado por Azerbaiyán, no podía actuar así, sólo e impunemente, sin contar por lo menos con la anuencia de los presidentes de Armenia y Artsaj.
En esta tesitura los analistas recordaron que esta semana se celebró una conferencia gubernamental titulada "El Movimiento de Liberación Nacional en Artsakh: desde Gulistan al presente", un preludio inmejorable para que Zori Balayan declarara que Karabaj es parte del Imperio Ruso. También trascendió esta semana en diversos medios de Ervan que Rusia, tras conseguir que Armenia se sumase a su Unión Aduanera, “premiará” a esta con algún tipo de favor político, que puede ir desde el reconocimiento de la República de Nagorno Karabaj, o con el estacionamiento de tropas soviéticas en ese territorio y su inclusión en la futura Unión Euroasiática.
En el día del aniversario del tratado de Balayan, el escritor remitió una carta de 10 páginas a Putin en el que citó un montón de argumentos a favor de que el problema de Nagorno es un problema ruso y que Rusia debe solucionar este problema reconociendo Karabaj como lo hizo en Gulistan.
La carta de Balayan, que frecuentemente viaja a Moscú para tratar de convencer a Rusia de reconocer la independencia de Karabaj, generó una ola de protestas en las redes sociales y medios de comunicación de toda Armenia y Karabaj, no sólo por el tenor de la carta, sino por el prestigio que tiene el escritor que la remitiera a Putin.
En su carta, Balayan argumenta que Karabaj pertenece a Rusia en virtud del Tratado de Gulistan firmado hace 200 años el 12 de octubre, pidiéndole que visitara Karabaj y finalmente la reconociera como parte de Rusia.
Acusaciones desde traición, enfermedad mental y senilidad recibió Balayan, pero una gran parte de los analistas políticos comenzaron a preguntarse si esta jugada epistolar del escritor no ocultaba algún movimiento político del oficialismo, ya que este escritor, conocido por estar íntimamente ligado al poder y odiado por Azerbaiyán, no podía actuar así, sólo e impunemente, sin contar por lo menos con la anuencia de los presidentes de Armenia y Artsaj.
En esta tesitura los analistas recordaron que esta semana se celebró una conferencia gubernamental titulada "El Movimiento de Liberación Nacional en Artsakh: desde Gulistan al presente", un preludio inmejorable para que Zori Balayan declarara que Karabaj es parte del Imperio Ruso. También trascendió esta semana en diversos medios de Ervan que Rusia, tras conseguir que Armenia se sumase a su Unión Aduanera, “premiará” a esta con algún tipo de favor político, que puede ir desde el reconocimiento de la República de Nagorno Karabaj, o con el estacionamiento de tropas soviéticas en ese territorio y su inclusión en la futura Unión Euroasiática.
El Tratado de Gulistan
El Tratado de Gulistan fue un tratado de paz celebrado entre la Rusia Imperial y Persia el 24 de octubre 1813 en el pueblo de Gulistan como consecuencia de la primera guerra ruso-persa. Las negociaciones de paz se precipitaron por la caída de Lankaran el general Pyotr Kotlyarevsky el 1 de enero de 1813.
El tratado confirmó la inclusión de la actual Azerbaiyán, Georgia y Daguestán oriental en el Imperio ruso, asi como los kanatos de Karabagh, Ganja, Shekeen, Shirvan, Derbend, Kouba y Bakú.
El texto fue preparado por el diplomático británico Sir Gore Ouseley quien se desempeñó como mediador y gran influencia ejercida en la corte persa. Fue firmado por Nikolai Fyodorovich Rtischev por parte de Rusia y Mirza Abolhassan Khan Ilchi de la parte iraní.
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