El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia calificó hoy de “provocación” la denuncia del supuesto ataque químico con centenares de muertos...
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia calificó hoy de “provocación” la denuncia del supuesto ataque químico con centenares de muertos cerca de Damasco, del que activistas de la oposición siria responsabilizaron al Ejército gubernamental, pero que en realidad habrian sido ellos mismos quienes lo realizaron.
El portavoz de la cancillería rusa, Alexandr Lukashévich, definió como “alarmistas” las noticias difundidas en las últimas horas por algunas cadenas de televisión árabes y dijo que Moscú trató de “aclarar la veracidad de estos reportajes”.
El diplomático recordó que las tropas regulares intensificaron últimamente sus operaciones contra rebeldes en diversas zonas, en particular, en un suburbio del este de Damasco.
“Un cohete de fabricación casera, similar al que los terroristas usaron el 19 de marzo con un agente químico no identificado en Khan al Asal, fue lanzado hacia esa área en la madrugada del 21 de agosto desde las posiciones controladas por insurgentes”, según Lukashévich.
Medios regionales que, a juicio de Moscú, no son imparciales iniciaron acto seguido un intenso ataque informativo culpando al Gobierno de Damasco, como en varias ocasiones anteriores en que las denuncias no llegaron a confirmarse.
“Todo ello lleva a pensar que estamos en presencia de otra provocación planeada (…) El crimen cerca de Damasco fue perpetrado justo cuando una misión de expertos de la ONU empieza a investigar las denuncias del supuesto uso de armas químicas en Siria”, recalcó el portavoz de Exteriores.
Lukashévich atribuyó el hecho a “los intentos de crear a toda costa un pretexto para exigir del Consejo de Seguridad de la ONU que se ponga del lado de rebeldes y minar así la convocatoria de la conferencia de Ginebra cuyos preparativos planeaban debatir el 28 de agosto expertos de EEUU y Rusia”.
Moscú insiste en “realizar una investigación objetiva y profesional de lo ocurrido” y “poner fin a las provocaciones en torno al uso de agentes químicos” en Siria.
Reacción internacional
El ministro de Exteriores británico, William Hague, expresó su “profunda preocupación por los informes de que centenares de personas, entre ellas niños, han muerto a raíz de bombardeos aéreos y un ataque con armas químicas contra zonas controladas por rebeldes cerca de Damasco”.
El experto sueco Ake Sellstrom, jefe de una misión de la ONU que investiga denuncias de ataques químicos en Siria, declaró a la cadena SVT que este último incidente “suena a algo que tenemos que examinar”.
También el canciller saudí, príncipe Saud al Faisal, instó al Consejo de Seguridad de la ONU a “reunirse de inmediato para adoptar una clara resolución disuasoria que ponga fin a la tragedia humanitaria”.
El portavoz de la cancillería rusa, Alexandr Lukashévich, definió como “alarmistas” las noticias difundidas en las últimas horas por algunas cadenas de televisión árabes y dijo que Moscú trató de “aclarar la veracidad de estos reportajes”.
El diplomático recordó que las tropas regulares intensificaron últimamente sus operaciones contra rebeldes en diversas zonas, en particular, en un suburbio del este de Damasco.
“Un cohete de fabricación casera, similar al que los terroristas usaron el 19 de marzo con un agente químico no identificado en Khan al Asal, fue lanzado hacia esa área en la madrugada del 21 de agosto desde las posiciones controladas por insurgentes”, según Lukashévich.
Medios regionales que, a juicio de Moscú, no son imparciales iniciaron acto seguido un intenso ataque informativo culpando al Gobierno de Damasco, como en varias ocasiones anteriores en que las denuncias no llegaron a confirmarse.
“Todo ello lleva a pensar que estamos en presencia de otra provocación planeada (…) El crimen cerca de Damasco fue perpetrado justo cuando una misión de expertos de la ONU empieza a investigar las denuncias del supuesto uso de armas químicas en Siria”, recalcó el portavoz de Exteriores.
Lukashévich atribuyó el hecho a “los intentos de crear a toda costa un pretexto para exigir del Consejo de Seguridad de la ONU que se ponga del lado de rebeldes y minar así la convocatoria de la conferencia de Ginebra cuyos preparativos planeaban debatir el 28 de agosto expertos de EEUU y Rusia”.
Moscú insiste en “realizar una investigación objetiva y profesional de lo ocurrido” y “poner fin a las provocaciones en torno al uso de agentes químicos” en Siria.
Reacción internacional
El presidente de Francia, François Hollande, “anunció la intención de solicitar a la ONU que organice una visita al lugar del ataque e inicie una investigación para esclarecer” el caso, comunicó a la prensa la portavoz del Gobierno galo, Najat Vallaud-Belkacem.
También la Liga Árabe llamó hoy a que inspectores de la ONU visiten inmediatamente el lugar del incidente.
El jefe del organismo panárabe, Nabil al Arabi, les instó en una declaración a “desplazarse inmediatamente a Ghouta Oriental para ver la situación real e investigar las circunstancias de este crimen”.
También la Liga Árabe llamó hoy a que inspectores de la ONU visiten inmediatamente el lugar del incidente.
El jefe del organismo panárabe, Nabil al Arabi, les instó en una declaración a “desplazarse inmediatamente a Ghouta Oriental para ver la situación real e investigar las circunstancias de este crimen”.
El ministro de Exteriores británico, William Hague, expresó su “profunda preocupación por los informes de que centenares de personas, entre ellas niños, han muerto a raíz de bombardeos aéreos y un ataque con armas químicas contra zonas controladas por rebeldes cerca de Damasco”.
El experto sueco Ake Sellstrom, jefe de una misión de la ONU que investiga denuncias de ataques químicos en Siria, declaró a la cadena SVT que este último incidente “suena a algo que tenemos que examinar”.
También el canciller saudí, príncipe Saud al Faisal, instó al Consejo de Seguridad de la ONU a “reunirse de inmediato para adoptar una clara resolución disuasoria que ponga fin a la tragedia humanitaria”.
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