Se cumplen el 93 aniversario del tratado internacional de Sêvres que delimita las verdaderas fronteras entre Armenia y Turquía y que recu...
Se cumplen el 93 aniversario del tratado internacional de Sêvres que delimita las verdaderas fronteras entre Armenia y Turquía y que recuerdan diariamente la ocupación turca.
(Por Klaus Lange Hazarian) El 10 de agosto de 1920 se llevaba a cabo en Sêvres, en el salón de un imponente castillo de este suburbio ubicado al sur de París, un importante paso para el reconocimiento del derecho a la autodeterminación de los pueblos y la solución de las atroces consecuencias de un imperio turco otomano que en sus propios estertores arrastró a pueblos indefensos en su propia caída. En el escenario de los interminables conflictos de intereses que sucedieron a la posguerra de la primera conflagración mundial, las naciones pequeñas seguían expectantes la posibilidad que les brindaba el triunfo de las potencias aliadas.El Tratado de Sêvres, que Avedis Aharonian y Boghós Nubar Pashá, por la República y la Diáspora, respectivamente, firmaron junto a los representantes de las principales potencias de la época fue, es y será una base para las soluciones pendientes en la región. El documento se refiere en su extenso articulado al trazado de límites, cesión de Siria e Irak, devolución de Esmirna a Grecia, independencia de Armenia y delimitación de sus fronteras, creación del Kurdistán, apertura de los estrechos, protección de las minorías, sanciones a criminales y a crímenes de lesa humanidad y estipulaciones de carácter económico.
Desde la perspectiva del derecho internacional, la República de Armenia es tratada específicamente en los artículos 88 a 93. Turquía reconoce oficialmente a Armenia como estado libre e independiente y acuerdan dejar la demarcación de fronteras entre los dos Estados al presidente de los EE.UU. Woodrow Wilson (1913-1921), quien de determinaría las fronteras entre Armenia y Turquía en las provincias de Erzerum, Van, Bitlis y Trebionda, territorios que aún continúan usurpados.
Respecto a las fronteras de Armenia con Azerbaiyán y Georgia, se acordó definirlas a través de negociaciones directas entre las partes y constituir in situ un comité especial para resolver el problema, formado por los principales estados aliados, si las partes no lograban acordar.
Hasta la firma del Tratado de Sèvres, el comité nombrado por el Presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson, había completado su investigación y examinó meticulosamente la región geopolítica, la economía, el transporte, recursos hídricos, caminos y rutas comerciales, los cuestiones de las población étnicas y otras cuestiones que debían tenerse en cuenta en la decisión de la demarcación de fronteras.
El comité presentó sus opiniones y sugerencias en septiembre 1920 y el presidente Woodrow Wilson pronunció su conclusión final a los estados europeos en noviembre del mismo año. De conformidad con la decisión del presidente de EE.UU. Armenia debía recibir 2/3 (dos tercios) de las provincias de Van y Bitlis, casi toda la provincia de Erzurum, la mayor parte de la provincia Trabizonda, incluyendo el puerto.
En general, toda esta zona tendrá una superficie aproximada de 90.000 km2. que, con lo que en ese m omento ya constituía el estado armenio, el estado armenio independiente tendría así un área final de aproximadamente 160.000 km2 con salida al Mar Negro.El acuerdo de Sèvres buscaba así ser favorable para la solución de la Cuestión Armenia, pero se mantuvo sólo en papel y ni siquiera fue reconocido por el gobierno de otomano del Sultanato. Pero la traición de quienes debían respetar la palabra empeñada comenzó a develarse.
Los antiguos enemigos, Turquía y la Rusia soviética, favorecido por las rivalidades entre las grandes potencias, organizaron por acción y decidía la caída del estado armenio. Su territorio fue ocupado en su mayor parte por una atacante Turquía y el resto, ocupado por el ejército rojo en retirada, convirtiendo algunas partes en la república soviética de Armenia.
Al año siguiente, en 1921 el gobierno kemalista decidió revisar el Tratado de Sèvres y su efectiva disposición. Esto se reflejó en el Tratado de Lausana de 1923, cuando las potencias aliadas de Occidente reconocieron la autonomía del gobierno de Mustafa Kemal y su derecho sobre Tracia, Ismírnia, Cilicia y todos otras regiones que habían sido transferidos a Armenia por el Tratado de Sèvres, reconociendo nuevas fronteras para Turquía que cubría las regiones de Armenia oriental como Gars, Ardahan y Surmalu.
Estos cambios eran una victoria completa para Turquía. Sólo una pequeña parte de la histórica Armenia continuó existiendo como Armenia Soviética y el destino de la mayoría de los armenios fue la diáspora, gracias a la traición de las potencias aliadas y de la Rusia soviética.
La actual frontera de facto entre la República de Armenia y Turquía es consecuencia de negociaciones bilaterales entre la antigua Unión Soviética y Turquía y por ende, no es legal.
La actual República de Armenia (desde 1991) es la sucesora legal de la primera República de Armenia (1918-1920). Los tratados firmados a posteriori por la ocupación soviética de Armenia no están sujetos a derecho internacional; la presencia turca no es más que un control administrativo tanto en Armenia Occidental como en el norte de Chipre. Por lo tanto, a pesar del largo periodo de ocupación, todos los actos realizados por la República de Turquía en la Armenia wilsoniana son ilegales y nulos ya que la ocupación beligerante no da autoridad legal sobre un territorio.
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