(Por Klaus Lange Hazarian) El origen de la llamada "cerámica azul armenia", un arte original de los armenios de Jerusalén, se remonta al siglo 13, cuando los persas, al huir de los invasores de Asia central, se asientan en el centro de Turquía e infunden vida a lo que será conocida mundialmente como estilo Iznik.
(Por Klaus Lange Hazarian) El origen de la llamada
"cerámica azul armenia", un arte original de los armenios de
Jerusalén, se remonta al siglo 13, cuando los persas, al huir de los invasores
de Asia central, se asientan en el centro de Turquía e infunden vida a lo que
será conocida mundialmente como estilo Iznik.
No es muy difundido el hecho de que la pintura cerámica que
hoy conocemos como armenia no desciende de Armenia, sino de los artesanos
armenios que trabajaban en Kutahya, en la Turquía otomana, donde fueron
influenciados por motivos musulmanes y turcos además de diseños de origen chino
y persa.
Según la tradición oral de las familias implicadas, el famoso artesano y empresario armenio David Ohanessian, que huía hacia Aleppo del genocidio armenio desatado por los turcos, se encontró en el camino de una caravana de refugiados con Sir Mark Sykes del Foreign Office británico. El diplomático, que habiendo admirado durante mucho tiempo su trabajo, le ofreció trasladarlo a Jerusalén para supervisar la restauración de la Cúpula de laRoca. Ohanessian reclutó, a su vez, al pintor Mgerdich Karakashian y al alfarero Nishan Balian, con quienes finalmente emigró a Palestina, junto a sus familias.
Cuando los ceramistas llegaron a Jerusalén se encontraron
que no había hornos ni materiales, ya que antes de la llegada de los armenios a
Palestina, la producción de azulejos decorativos de cerámica y alfarería en
esta región no existía en absoluto. Por ello Ohannessian estableció su horno en
el complejo de la mezquita, en el mismo lugar donde los rotos y dañados
azulejos habían sido abandonados y apilados durante siglos, para salvar los que
se pudieran y usar el resto como material.
Los armenios fueron luego empleados por el municipio para
realizar baldosas de cerámica decorativas con inscripciones de los nombres de
las calles de la ciudad vieja, azulejos que todavía hoy son una característica
de Jerusalén.
A pesar del escaso éxito de
renovación de 1922, los ceramistas
armenios han participado en dos renovaciones posteriores, la de 1960-1961 y
1995-1997 y son llamados para ejecutar
reparaciones de vez en cuando, aunque la actual administración palestina de la
Cúpula prefiera a artesanos musulmanes turcos y no a los que entienden
íntimamente el sitio sagrado.
Tal vez el mejor estudio realizado sobre el tema sea el que realizara Nurith Kenaan-Kedar, de la Tel-Aviv University, en su obra "Design in Center and Periphery: Three Generations of Armenian Ceramic Artists in Jerusalem", de la que pronto contaremos con una traducción al español.
Este antiguo arte llegó a su apogeo en la ciudad turca de
Iznik del siglo 15, convirtiéndola en un centro importante de alfarería
industrial al producir tejas y materiales cerámicos para todo el imperio
otomano, especialmente azulejos que fueron a decorar muchas de las mezquitas en
Estambul diseñados por Mimar Sinan.
Pero cuando la industria de la cerámica se trasladó a
Estambul, İznik terminó por convertirse en una ciudad agrícola, trasladando los
pocos artesanos que quedaban a Kutahya, Turquía, en el siglo 18.
Unos siglos antes que esto pasara, las cerámicas vidriadas
de estilo İznik fueron introducidas primero en Jerusalén en el siglo 16 cuando
las baldosas de la Cúpula de la Roca fueron reparadas por los otomanos, bajo el
califato de Solimán el Magnífico.
En 1917 los británicos querían restaurar a su antiguo
esplendor la cerámica que adornaba la rotonda de la magnífica Cúpula de la Roca
que no había sido reparada desde la época de Solimán, pero no encontraban a un
supervisor que conociera de es antiguo arte.
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El patio de la Iglesia San salvador del siglo 14 en la casa de Caifás. A la izquierda, el altar y al centro. las grandes tumbas de piedras de los patriarcas armenios. |
Según la tradición oral de las familias implicadas, el famoso artesano y empresario armenio David Ohanessian, que huía hacia Aleppo del genocidio armenio desatado por los turcos, se encontró en el camino de una caravana de refugiados con Sir Mark Sykes del Foreign Office británico. El diplomático, que habiendo admirado durante mucho tiempo su trabajo, le ofreció trasladarlo a Jerusalén para supervisar la restauración de la Cúpula de laRoca. Ohanessian reclutó, a su vez, al pintor Mgerdich Karakashian y al alfarero Nishan Balian, con quienes finalmente emigró a Palestina, junto a sus familias.
El altar del patio decorado con cerámica azul armenia |
Pero las reparaciones no prosperaron. Si bien se las
arreglaron para reparar y remplazar algunos de los azulejos, la materia prima
que los ceramistas necesitaban no estaba disponible en la Palestina de esa
época y las comunicaciones con Turquía había sido cortada por la guerra. Con el
tiempo, los fondos se agotaron y el proyecto quedó abandonado.
A pesar del trabajo sin terminar, las tres familias decidieron quedarse. Los armenios habían encontrado una buena casa en Jerusalén. Una pequeña comunidad había estado allí desde al menos el siglo V, por lo que encontraron vecinos que hablaban su idioma, una iglesia donde pudieran adorar y una comunidad relativamente tolerante a los extranjeros.
A pesar del trabajo sin terminar, las tres familias decidieron quedarse. Los armenios habían encontrado una buena casa en Jerusalén. Una pequeña comunidad había estado allí desde al menos el siglo V, por lo que encontraron vecinos que hablaban su idioma, una iglesia donde pudieran adorar y una comunidad relativamente tolerante a los extranjeros.
En 1922, Balian y Karakashian dejaron a su viejo maestro y
se asociaron para establecer un nuevo taller cerca de la catedral anglicana en
el camino de Nablus. Esa asociación duró hasta 1965 y ellos y sus descendientes
establecieron esta forma única de arte de fama mundial conocida actualmente
como la cerámica armenia de Jerusalén.
Esos magníficos y únicos azulejos azules aún se pueden apreciar en varios edificios e iglesias (como St. Andrews y St. James), y en los institutos y centros religiosos armenios.
Esos magníficos y únicos azulejos azules aún se pueden apreciar en varios edificios e iglesias (como St. Andrews y St. James), y en los institutos y centros religiosos armenios.
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la Cruz del altar en cerámica azul armenia |
Tal vez el mejor estudio realizado sobre el tema sea el que realizara Nurith Kenaan-Kedar, de la Tel-Aviv University, en su obra "Design in Center and Periphery: Three Generations of Armenian Ceramic Artists in Jerusalem", de la que pronto contaremos con una traducción al español.
En la actualidad, los únicos establecimientos que aún
fabrican cerámica armenia original como azulejos pintados a mano a platos,
tazas y tazones, son los talleres de Balián o Karakashian, quienes los primeros
son reconocidos internacionalmente como Cerámica Palestina, mientras los
segundos son conocidos como Cerámica Jerusalén.
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