Del 26 al 29 febrero 1988, con el apoyo total de las autoridades de Azerbaiyán y la connivencia de la dirección soviética, una masacre de a...
Del 26 al 29 febrero 1988, con el apoyo total de las autoridades de Azerbaiyán y la connivencia de la dirección soviética, una masacre de armenios se llevó a cabo en la ciudad de Sumgait, la República Socialista Soviética de Azerbaiyán, que conmocionó a la comunidad internacional por su salvajismo y brutalidad.

La masacre de los
armenios en Sumgait se organizaron desde hacia tiempo y se iniciaron con las
manifestaciones anti armenias, que comenzaron el 26 de febrero en la plaza
central, donde los líderes municipales pidieron abiertamente a los
participantes que ejercieron violencia contra los armenios.
Ejemplo de ello es que el
27 de febrero, las manifestaciones frente a la sede partidaria en Sumgait
contaron con sólo 50 personas, mientras que al día siguiente, el número de
participantes aumentó a varios miles. En su discurso, el Segundo Secretario del
Comité del Partido de la Ciudad, Melek Bairamova, exigió que los armenios
dejaran Azerbaiyán, mientras que el poeta azerí Khydyr Alovlu pedía
"¡Muerte a los armenios!"
Además de funcionarios municipales,
representantes de la justicia también estaban en la tribuna que pedía asumir
ser musulmanes y unirse en una guerra contra los 'infieles'.
De allí, la tragedia se
desató. Hordas de manifestantes, convencidos de su propia impunidad,
continuaron con renovado impulso los pogromos de armenios, entrando a las casas
de los mismos para golpear y matar, hecho que que se prolongó hasta altas horas
de la noche. La multitud fue encabezada por nada menos que por el Primer
Secretario del Comité del Partido Comunista de la ciudad de Sumgait, Jahangir
Muslimzade, con la bandera nacional de Azerbaiyán en sus manos.
El 28 de febrero, el
número de matones armados con barras de hierro, hachas, martillos y otros
elementos improvisados, fueron divididos en grupos y enviados a entrar a más departamentos
de armenios con la orden de matarlos. Muchos fueron arrancados de sus hogares y
tras verterles gasolina, fueron quemados vivos.
Sólo el 29 de febrero las
fuerzas militares llegarían a poner orden en la ciudad de Sumgait, pero no de
manera inmediata, por lo que las matanzas continuaron aún bajo su presencia.
Las autoridades centrales
no estaban interesados en establecer el número exacto de víctimas de las
masacre de Sumgait. Oficialmente, Azerbaiyán dijo que 36 personas, aunque tan
solo esas noches se emitieron 115 certificados médicos de defunción.
El 29 de febrero de 1988,
en una sesión secreta del Politburó del Comité Central del Partido de la URSS
tuvo lugar en el Kremlin, en la que se declaró por primera vez que los pogromos
masivos y la masacre que tuvo lugar en Sumgait eran étnicos y exclusivamente
contra armenios. Sin embargo, las estructuras oficiales de la URSS presentaron
el tema de Sumgait como delitos autónomos. Los crímenes que, de acuerdo con la
Convención Internacional sobre Genocidio, debían ser evaluados como delitos
contra la humanidad, se tipificaron así como delitos cometidos por vandalismo.
En otras palabras, el genocidio fue velado, y sus organizadores defendidos a
nivel oficial.
La política de silencio
en relación con el genocidio en Sumgait, el ocultamiento de sus razones, y la impunidad
brindada a sus organizadores, hizo posible la limpieza étnica llevada a cabo
por las autoridades de la Azerbaiyán comunista en toda la República, que
culminó en enero de 1990 con las bacanales sangrientas de Bakú y la agresión militar contra el pueblo de la
República de Nagorno-Karabaj.
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