El Catholicos de la Gran Casa de Cilicia, Aram I, dijo la semana pasada que las tierras y propiedad de la iglesia y bienes incautados por l...
El Catholicos de la Gran Casa de Cilicia, Aram I, dijo la semana pasada que las tierras y propiedad de la iglesia y bienes incautados por las autoridades otomanas deben ser devuelto por parte de Turquía a su verdadero dueño, el Catholicostate de la Gran Casa de Cilicia.
Las declaraciones de Aram
I se realizan en el marco de una conferencia internacional titulada
"Genocidio Armenio: del reconocimiento a la compensación", que se
llevó a cabo el 23 de febrero en la Catedral de la Madre Antelias de Beirut,
con la presencia de expertos de todo el mundo, embajadores, ministros y
miembros del Parlamento del Líbano, jefes religiosos de Armenia y
representantes de los partidos políticos armenios y otras instituciones.
Su Santidad Aram I,
Catolicós de la Gran Casa de Cilicia, dio la bienvenida a los invitados y a los
participantes y explicó los antecedentes que condujeron a la conferencia. Sobre
el tema de las reparaciones, Aram I dijo que
"Turquía tiene que devolver las propiedades de la iglesia y de la
comunidad confiscados por las autoridades turcas otomanas a su propietario
legal, el Catolicosado Armenio de Cilicia. Reivindicamos la propiedad de los
bienes confiscados por las autoridades turcas".
El Catolicosado de
Cilicia tenía jurisdicción sobre más de 200 iglesias armenias en el Imperio
Otomano antes de la Primera Guerra Mundial. Otras 2.000 iglesias armenias,
estaban bajo la jurisdicción del Patriarcado en Estambul, el Catolicosado en
Aghtamar, el Catolicosado en EtchmiadzÍn, y el Patriarcado de Jerusalén.
"La decisión de la
Cámara de Representantes los de EE.UU. para instar a Turquía a devolver las
iglesias confiscadas y las propiedades de la iglesia a sus legítimos
propietarios, y la aprobación de un proyecto de ley por el Parlamento francés y
el Senado por el cual es un delito negar el genocidio armenio, junto con la
reacción agresiva del gobierno turco, han traído, una vez más, el genocidio
armenio a la cabeza de los titulares internacionales. El genocidio armenio ya
no es una preocupación exclusiva de las relaciones armenio-turcas, sino que se
ha convertido en parte integral de la agenda global", expresó Su Santidad
Aram I, en sus observaciones preliminares.
"Durante décadas nos
hemos centrado en el reconocimiento del Genocidio Armenio por parte de Turquía
y de la comunidad internacional. De hecho, los recientes casos judiciales de
seguros estadounidenses, turcos y franceses, la decisión del Congreso de los
EE.UU. para instar a Turquía a devolver las iglesias y las propiedades
relacionadas con la iglesia a sus propietarios, y la decisión del Gobierno
turco del 27 de agosto de 2011, en la que que decidió volver a las minorías los
bienes confiscados desde 1936, llegaron a volver a insistir en la importancia
crucial de la reparación. De hecho, el reconocimiento de la verdad implica la
reparación, estos actos están íntimamente interconectados. Esto está en el
corazón de la ley internacional", declaró el Catolicós.
"En el 100
aniversario del Genocidio Armenio, ¿debemos aceptar una disculpa formal
simbólica y el reconocimiento por parte de Turquía del genocidio?; ¿Debemos
reclamar una indemnización económica a las víctimas de genocidio y de sus
propiedades?; ¿O bien, debemos reclamar la devolución de los bienes de la
iglesia y las propiedades personales?; ¿Además, debemos exigir que en la
reparación se incluyan los daños y perjuicios a los que el pueblo armenio fue
sometido durante el "genocidio blanco", es decir, a la constante
amenaza a la identidad armenia en una situación de diáspora que fue causada por
el "genocidio rojo"?; ¿Debemos, por último, tener en cuenta la
reparación del territorio dentro de las disposiciones del derecho
internacional?. El reconocimiento formal del Genocidio Armenio es una conditio
sine qua non para cualquier intento o proceso destinado a la restauración de la
justicia. Y, como un primer paso concreto en la dirección de la reparación,
Turquía tiene que devolver las propiedades de la iglesia y a la comunidad,
confiscadas por las autoridades turcas otomanas a su propietario legal, el
Catolicosado Armenio de Cilicia. Como el Catolicosado de Cilicia se estableció
en el siglo X al suroeste de la actual Turquía, y en 1915 fue desarraigado
forzosamente de su sede histórica, reivindicamos nuestras propiedades
confiscadas por las autoridades turcas", finalizó Su Santidad Aram I.
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