La supresión de la membresía de Siria en la Liga de Países Árabes (LA) y la posibilidad de que los países árabes emprendan sanciones contr...
La supresión de la membresía de Siria en la Liga de Países
Árabes (LA) y la posibilidad de que los países árabes emprendan sanciones
contra el gobierno de Damasco, pueden frustrar los esfuerzos de una salida
política a la crisis aumentando el riesgo de una guerra civil como la que
ocurrió en Libia.
De los 22 países miembros de la LA, 18 de ellos votaron a
favor de la supresión de Siria cuyo gobierno permanecerá aislado hasta que no
ponga en marcha un plan de paz que ponga fin a los enfrentamientos armados entre
la oposición y las autoridades, y se fijen las bases a un proceso de reformas
políticas que permitan la democratización del país.
En la votación Siria, Líbano y Yemen votaron en contra,
mientras que Irak se abstuvo de participar en la votación.
En contra de lo esperado, el boicot de la LA contra el
gobierno del presidente Bashar Asad desató el descontento de parte de la
población que ocupó las calles de las ciudades sirias para expresar su
descontento con la resolución adoptada.
El pasado fin de semana en Damasco, una muchedumbre
enardecida irrumpió en el territorio de la embajada de Arabia Saudita
ocasionado daños materiales en el edificio. Afortunadamente, sin incidentes
graves debido a que la mayor parte del personal diplomático saudí el mes pasado
abandonó el territorio de Siria según indicaciones del gobierno de El Riad.
Según la prensa local, en la localidad de Lataki, a 330
kilómetros al norte de Damasco multitudes descontentas atacaron los consulados
de Francia y Turquía y un piquete de manifestantes bloquean desde el pasado
domingo la sede de la embajada de Qatar, que actualmente ejerce la presidencia
de la LA.
Según expertos, la LA suprimió la membresía de Siria tras la
fuerte presión de Estados Unidos y países de la Unión Europea que impusieron sanciones económicas contra el
gobierno de Asad destinadas a debilitar el presupuesto del país árabe.
En particular a partir del 15 de noviembre entra en vigor
una prohibición a la compra de petróleo sirio y productos derivados para todas
las empresas europeas y Siria espera que su petróleo lo comprará China y otros
países amigos.
Observadores resaltan que la LA tuvo que reaccionar al
recién informe publicado por la organización internacional Human Rights Watch
(HRW) que acusó a las autoridades sirias de crímenes contra la Humanidad en la
provincia de Homs, en el occidente del
país.
Según ese informe, desde el pasado mes de abril hasta
finales de agosto en Homs, murieron al menos 587 civiles en enfrentamientos con
las fuerzas de seguridad sirias. De ellos, 102 murieron después del 2 de
noviembre fecha cuando que el gobierno de Siria aceptó el plan de paz propuesto
por la LA.
El plan prevé el retiro del ejército de todos los poblados,
la liberación de todos los presos políticos y el fin de la violencia callejera.
Entre otras condiciones para normalizar la situación de orden público las
autoridades sirias deben suministrar a la LA y a los medios de prensa
información fiable de lo que ocurre en el país.
Por su parte, las autoridades sirias comenzaron a cumplir
parte de los puntos y anunció el pasado
4 de noviembre la liberación de 553 detenidos y la puesta en marcha de
una amnistía para los lideres de la oposición radical incluso las agrupaciones
armadas que desistan de la lucha armada y se inserten en la vida pacífica del
país.
Pero por lo visto, hay gobiernos que no quieren la paz como
denunció recientemente el ministro de Asuntos Exteriores de Siria, Walid
Muallem, al acusar a Estados Unidos de impedir el proceso de paz y fomentar la
confrontación y la violencia en el país.
En un mensaje dirigido a sus homólogos de Rusia, China, la
India, África del Sur, Brasil Muallem dijo
que EEUU alienta a la oposición a continuar la lucha contra el gobierno
con la seguridad de que podrán lograr lo que consiguió la oposición en Libia.
Expertos destacan que la oposición siria recibe de
organizaciones y fondos y organizaciones de “amigos y simpatizantes” dinero
para pagar a la población su participación en las manifestaciones
antigubernamentales e incluso armas.
Como en Libia, en muchas poblaciones en el occidente de
Siria han aparecido grupos armados en
vehículos que se enfrentan con la policía y las autoridades locales. Según
medios de prensa local algunos poblados están controlados por la oposición.
Talvez alentados con esas
victorias, la oposición siria rechazó la iniciativa de la LA sobre el arreglo
pacífico del conflicto interno en Siria.
A pesar de los esfuerzos de países vecinos, la oposición
siria declaró que rechazará el diálogo con Damasco hasta que las autoridades
sirias actuales sean derrocadas.
La intransigencia de la oposición en parte es sustentada por
la postura de países influyentes interesados derrocamiento de Asad a pesar del
costo que puede tener para la seguridad y estabilidad en la región.
Turquía un país clave en la región saludó la postura
adoptada por la LA en cambio, Irán que apoya el gobierno sirio se ha abstenido
de hacer cometarios al respecto.
Mientras tanto, Rusia expresó su apoyo a la decisión de
Damasco de aceptar los esfuerzos de LA para un arreglo pacífico del conflicto.
“La decisión de Siria de aceptar el plan de LA da esperanza
para una transición a un proceso de paz en las negociaciones”, dijo
recientemente el presidente del Comité internacional del Consejo de Federación,
Mijaíl Marguelov.
Esta semana en Moscú el gobierno ruso sostendrá consultas
con Burhan Ghalioun, presidente del Consejo Nacional Sirio una de las fuerzas
más importantes de la oposición en
Siria.
Simultáneamente, emisarios del Kremlin se reunirán con el
embajador y representantes del gobierno sirio para impulsar el proceso de paz a
pesar de la agudización de las relaciones entre el gobierno sirio y la LA, por
ahora el único mediador que puede evitar una guerra civil en Siria.
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