Forman parte de la larga lista de candidatos a la " octava maravilla del mundo " y en 1987 fueron reconocidos como Patrimonio de ...
Forman parte de la larga lista de candidatos a la "octava maravilla del mundo" y en 1987 fueron reconocidos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Los colosos de Nemrut, en el sureste
de Anatolia, un conjunto de estatuas de hasta 9 metros de altura sobre una
colina artificial, llevan décadas atrayendo a arqueólogos y turistas: dioses y
reyes, leones y águilas se mezclan sobre la cima de un monte desnudo. La foto
de las gigantescas estatuas al atardecer -o al amanecer, para los valientes- es
un recuerdo obligado de cualquier viajero que se precie... todavía.
Tal vez pronto deje de serlo. El ministro de Cultura de
Turquía, Ertugrul Günay, acaba de hacer una propuesta que ha revolucionado el
mundillo arqueológico turco: cree necesario llevarse las estatuas a un museo
que se construiría al pie del monte, 800 metros más abajo, para protegerlas
mejor. Las duras condiciones climáticas -a 2.134 metros sobre el nivel del mar,
la temperatura puede bajar hasta 40 grados bajo cero, y tormentas de nieve,
viento y sol azotan la piedra- hacen temer que la erosión vaya acabando poco a
poco con este tesoro. "He podido comprobar personalmente los daños ocasionados
en los últimos 20 años", asegura. "Sueño con ellas todas las noches.
Quisiera cubrirlas con mi manta", añadió.
No todos le creen: teniendo en cuenta que las estatuas
llevan en ese lugar desde hace 2.000 años -fueron encargadas por el rey Antíoco
I. alrededor de 62 a.C.- deberían aguantar un poco más. Se cree que los daños
visibles en nariz y barbillas de las cabezas más conocidas -y el hecho de que
todas las estatuas están descabezadas- se deben a una destrucción humana.
Estatuas milenarias
"Todas nuestras propuestas se encaminan a proteger el
conjunto en su lugar original", asegura Neriman Sahin Güçhan, la
Coordinadora del Programa de Protección de Nemrut en la Universidad Técnica de
Medio Oriente, un organismo establecido por un convenio con el propio
Ministerio de Cultura. Declara al diario turco Hürriyet que su equipo ya ha
desarrollado una sustancia química idónea para proteger la piedra contra la
erosión, y que incluso está aprobada por las instancias del Ministerio
encabezado por Günay.
El ministro, sin embargo, niega este extremo. "Les pedí
que me trajeran la sustancia y no fueron capaces", asegura. Descarta
también la idea de proteger las enormes piedras con mamparas de cristal o
lonas, porque los vientos destruirían cualquier estructura de este tipo, y pone
fecha a la construcción del museo: podría estar listo dentro de tres a cinco
años.
Otros arqueólogos apoyan a Günay y creen que no bastará con
un químico para proteger la blanda piedra calcárea y arenisca. Los enormes
relieves, de piedra volcánica, han sufrido aún más la erosión. En la India, sin
embargo, se han obtenido buenos resultados con compuestos de silicatos etílicos
para proteger templos antiguos. La UNESCO no ha incluido Nemrut en su lista de
lugares amenazados. Eso sí, destaca en su descripción que "la
transformación del paisaje natural del Monte Nemrut es una de las iniciativas
más colosales de la época helenística". En el caso de un traslado quedaría
por debatir qué lugar permanecería en la lista: el museo o la colina.
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