Martín Karadagián murió un 27 de agosto de 1991. Falleció en la clínica Agote de la ciudad de Buenos Aires, víctima de un edema pulmonar a...
Martín Karadagián murió un 27 de agosto de 1991. Falleció en la clínica Agote de la ciudad de Buenos Aires, víctima de un edema pulmonar a los 69 años de edad.
Desde mediados de los 80's el gran Martín había sufrido la amputación de una de sus piernas por su diabetes, lo que le impidió seguir siendo el principal protagonista del recordado espectáculo familiar de "Titanes en el ring". Con su desaparición física, Karadagián dejó un gran vacío en la audiencia televisiva y se convirtió en un ícono de los 70 y 80.
Para Martín Karadagián, su vida fue siempre una lucha; una lucha que empezó desde casi cuando nació aquel 30 de abril de 1922, en el barrio de San Telmo.
Su padre de origen armenio, llamado Hamparzún, era un matarife rico y amarrete, quien maltrataba al pequeño Martín y a su hermana.
Su infancia no fue la de un niño común. La tuvo que pelear lustrando zapatos y mendigando por las calles de Buenos Aires, para poder ayudar a su madre española Paulina Fernández. También vendía caramelos en los tranvías junto a sus amigos. Vivió esos años en la mayor de las miserias. Pero el destino quizo que la vida cambiara para Karadagián al incorporarse al deporte en lucha greco romana.
Con solo 8 años, obtuvo en la ciudad de Detroit, Estados Unidos y representando a la Asociación Cristiana de Jóvenes, consiguió el título Panamericano infantil en esa disciplina.
En 1934, Karadagián consiguió el título mundial en lucha greco romana, en la categoría cadete.
Al final de los 30's -el creador del cortito- comenzó a ser parte en el Luna Park, de la troupe de catch as catch can y 15 años después Karadagián ya era una especie de hombre fuerte de las espectacularmente violentas veladas nocturnas. El público lo odiaba por ser tan despiadado con sus adversarios, pero también un parte del mismo lo admiraba por su gracia al colocar su mano en la frente y hacerle cuernitos a su rival.
Protagonizó varias peleas con el ex boxeador italiano Primo Carnera, quien había sido campeón mundial de peso pesado y también el mal venido a menos, campeón e ídolo nacional José "Mono" Gatica.
En los ‘60 el espectáculo de la lucha comenzaban ha declinar. Fue entonces que el pequeño Kadaragián se dio cuenta que el catch podría ser un gran negocio incorporándolo a un nuevo y flamante medio llamado televisión.
Así fue que el sábado 3 de marzo de 1962 se emitió por el canal 9 de Buenos Aires "Titanes en el ring". A partir de ahí comenzó tal vez la etapa más famosa de Martín, quien poco a poco fue convirtiéndose en ídolo infantil.
"Titanes” se mantuvo al aire -aunque con interrupciones- durante más de tres décadas en la televisión argentina. Su época de oro se produjo en los años '70.
En 1972, la marca "Titanes en el Ring" vendió más de 1.700.000 remeras, 1.980.000 discos -en Long Play-, 500 millones de figuritas.
Chicos y grandes concurrían a sus transmisiones televisivas en la Ciudad de Buenos Aires, en el estudio de Canal 13, en donde muchos quedaban sin poder entrar.
En noviembre de ese año, se organizó la final de Titanes entre la Momia y Martín Karadagián, en el Luna Park. Las entradas se agotaron a los pocos días de anunciarse este espectáculo. Fue récord de rating.
Martín Karadagián era "el campeón mundial" y estaba más allá del bien y del mal. Su nombre fue, primero, sinónimo de éxito. Posteriormente se conocieron sus historias trágicas y los rumores de “patrón” desalmado. Nada de todo esto opacó su leyenda. Aún hoy, el clamor “el cortito”, “el cortito” resuena en las cabezas de los niños de 30 y 40 años.
Escrito por Carlos Campana
Desde mediados de los 80's el gran Martín había sufrido la amputación de una de sus piernas por su diabetes, lo que le impidió seguir siendo el principal protagonista del recordado espectáculo familiar de "Titanes en el ring". Con su desaparición física, Karadagián dejó un gran vacío en la audiencia televisiva y se convirtió en un ícono de los 70 y 80.
Para Martín Karadagián, su vida fue siempre una lucha; una lucha que empezó desde casi cuando nació aquel 30 de abril de 1922, en el barrio de San Telmo.
Su padre de origen armenio, llamado Hamparzún, era un matarife rico y amarrete, quien maltrataba al pequeño Martín y a su hermana.
Su infancia no fue la de un niño común. La tuvo que pelear lustrando zapatos y mendigando por las calles de Buenos Aires, para poder ayudar a su madre española Paulina Fernández. También vendía caramelos en los tranvías junto a sus amigos. Vivió esos años en la mayor de las miserias. Pero el destino quizo que la vida cambiara para Karadagián al incorporarse al deporte en lucha greco romana.
Con solo 8 años, obtuvo en la ciudad de Detroit, Estados Unidos y representando a la Asociación Cristiana de Jóvenes, consiguió el título Panamericano infantil en esa disciplina.
En 1934, Karadagián consiguió el título mundial en lucha greco romana, en la categoría cadete.
Al final de los 30's -el creador del cortito- comenzó a ser parte en el Luna Park, de la troupe de catch as catch can y 15 años después Karadagián ya era una especie de hombre fuerte de las espectacularmente violentas veladas nocturnas. El público lo odiaba por ser tan despiadado con sus adversarios, pero también un parte del mismo lo admiraba por su gracia al colocar su mano en la frente y hacerle cuernitos a su rival.
Protagonizó varias peleas con el ex boxeador italiano Primo Carnera, quien había sido campeón mundial de peso pesado y también el mal venido a menos, campeón e ídolo nacional José "Mono" Gatica.
En los ‘60 el espectáculo de la lucha comenzaban ha declinar. Fue entonces que el pequeño Kadaragián se dio cuenta que el catch podría ser un gran negocio incorporándolo a un nuevo y flamante medio llamado televisión.
Así fue que el sábado 3 de marzo de 1962 se emitió por el canal 9 de Buenos Aires "Titanes en el ring". A partir de ahí comenzó tal vez la etapa más famosa de Martín, quien poco a poco fue convirtiéndose en ídolo infantil.
"Titanes” se mantuvo al aire -aunque con interrupciones- durante más de tres décadas en la televisión argentina. Su época de oro se produjo en los años '70.
En 1972, la marca "Titanes en el Ring" vendió más de 1.700.000 remeras, 1.980.000 discos -en Long Play-, 500 millones de figuritas.
Chicos y grandes concurrían a sus transmisiones televisivas en la Ciudad de Buenos Aires, en el estudio de Canal 13, en donde muchos quedaban sin poder entrar.
En noviembre de ese año, se organizó la final de Titanes entre la Momia y Martín Karadagián, en el Luna Park. Las entradas se agotaron a los pocos días de anunciarse este espectáculo. Fue récord de rating.
Martín Karadagián era "el campeón mundial" y estaba más allá del bien y del mal. Su nombre fue, primero, sinónimo de éxito. Posteriormente se conocieron sus historias trágicas y los rumores de “patrón” desalmado. Nada de todo esto opacó su leyenda. Aún hoy, el clamor “el cortito”, “el cortito” resuena en las cabezas de los niños de 30 y 40 años.
Escrito por Carlos Campana
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