El rey de Bahrein declaró ayer el estado de sitio por tres meses y un soldado saudita y un manifestante fueron muertos en los enfrentamiento...
El rey de Bahrein declaró ayer el estado de sitio por tres meses y un soldado saudita y un manifestante fueron muertos en los enfrentamientos en el reino, un día después de que una fuerza militar de países del Golfo ingresara al país para sofocar una revuelta pro-democrática de la mayoría chiíta.
El envío de unos 1.200 militares a la nación insular reflejó temores de Arabia Saudita y otros reinos del Golfo Pérsico a un efecto contagio desde Bahrein, donde los chiítas iniciaron hace un mes una ola de protestas contra la reinante dinastía sunnita de más de dos siglos.
Según fuentes sanitarias, los enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad dejaron "cientos de heridos por disparos de escopetas".
Además de querer contener protestas como las ya sucedidas en Omán, Arabia Saudita y Kuwait, los líderes regionales árabes temen que un avance político de los chiítas de Bahrein ofrezca un resquicio para que Irán, histórico rival de los sauditas, expanda su influencia en la parte árabe del Golfo, según analistas.
Irán rechazó ayer la intervención y dijo que agravará la crisis.
Una fuente de seguridad saudita dijo que un soldado saudita de los desplegados en Bahrein fue muerto ayer de un disparo por un manifestante durante una protesta en la capital, Manama.
Además, un manifestante de 24 años de edad recibió un disparo en la cabeza y murió, según afirmaron fuentes sanitarias del Centro de Salud de Sitra.
La víctima era una sargento de nombre Ahmed al-Reddadi, dijo la fuente, sin dar más detalles, según informó la cadena de noticias estadounidense CNN.
Más temprano, el rey de Bahrein declaró el estado de sitio por tres meses y advirtió que el jefe de las Fuerzas Armadas está autorizado a tomar todas las medidas necesarias para poner fin a las manifestaciones contra la monarquía, informó la TV estatal de Bahrein, que leyó un comunicado del monarca.
Irán objetó ayer la injerencia externa y árabe en Bahrein.
"Creemos que las demandas del pueblo de Bahrein son legítimas y deben ser respetadas", dijo el vocero de la cancillería iraní, Ramin Mehmanparast, a la prensa en Teherán.
"Cualquier interferencia externa sólo complicaría aún más la situación", agregó el portavoz en alusión al despliegue de la fuerza de intervención del Consejo de Cooperación del Golfo (GCC).
Gran parte de la capital de Bahrein amaneció ayer casi desierta, con los negocios, shoppings y escuelas cerradas. La policía levantó barricadas que interrumpieron la circulación en calles y autopistas en un aparente intento por limitar los movimientos de los maniefstantes opositores, informó CNN.
Miles de opositores siguen acampando en la plaza de la Perla de Manama, el epicentro simbólico de las protestas.
Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, los únicos dos países de los seis que forman el GCC en confirmar el despliegue de fuerzas, dijeron que la decisión se tomó a pedido del propio Bahrein.
Con un Producto Bruto Interno per capita cercano a los 30.000 dólares, este reino de 678 kilómetros cuadrados se levanta como uno de los más ricos de los países petroleros.
Los principales grupos de la oposición denunciaron de inmediato la intervención extranjera como una "ocupación" que pone en riesgo de guerra al país insular, el menos extenso de la región del Golfo y un aliado clave de Estados Unidos que alberga la V Flota de la Marina norteamericana.
La medida es, además, la primera operación militar transfronteriza para sofocar una revuelta desde el inicio de rebeliones populares en el mundo árabe, en diciembre.
En Washington, la Casa Blanca no condenó el ingreso de las tropas ni pidió que se retiren, y exhortó a los países del Golfo a mostrar moderación y "respeto por los derechos del pueblo de Bahrein" y a alentar el diálogo en vez de socavarlo.
COMMENTS