Arabia Saudita sigue en el papel de ser uno los peores países del mundo para ser bloguero al promulgar una nueva regulación draconiana
Arabia Saudita sigue en el papel de ser uno los peores países del mundo para ser bloguero al promulgar una nueva regulación draconiana sobre “publicación electrónica” que restringe aún más la libre expresión en línea, informan la Red Árabe por la Información de Derechos Humanos (ANHRI), Human Rights Watch y el Comité por la Protección de los Periodistas (CPJ).
La regulación ejecutiva para la publicación electrónica, que entró en vigor el 1 de enero, afecta a todas las noticias y comentarios distribuidos en línea, incluyendo blogs y foros en internet.
La ley de prensa requiere que todos los editores cumplan con la ley islámica, además de adherirse a limitaciones de contenido redactadas de manera amplia, incluyendo prohibiciones contra “ofender” a otros y “comprometer” la economía o seguridad de la nación, dice Human Rights Watch.
Bajo esta regulación, todos los periódicos en línea, sitios web de medios tradicionales, sitios de publicidad, sitios con componentes audiovisuales y servicios de mensajería de texto requieren de una licencia para operar. Los solicitantes deben solicitar permisos cada tres años, tener una edad mínima de 20 años y tener un grado de bachillerato.
Aunque los blogueros no requieren de una licencia, están sujetos a regulaciones y se les alienta a registrar sus blogs dando sus nombres completos y sus direcciones, afirma el CPJ. "Estamos preocupados que tal registro pueda ser usado para perseguir periodistas que critiquen el gobierno", informó el CPJ.
Los jefes editoriales deben ser aprobados por el Ministerio de cultura e información, como lo son los editores de la prensa escrita, la televisión y la radio sauditas.
Aquellos quienes rompan las reglas (y lo que constituye un quebranto también está escrito de forma muy vaga) pueden ser multados y sus sitios web pueden ser bloqueados, dice la ANHRI.
La ANHRI acusa que la regulación coincide con el bloqueo por parte de las autoridades de la página Saudí sobre el sitio en lenguaje arábigo del informante en línea Wikileaks.
ANHRI señala que "no es una regulación para controlar las actividades de publicaciones electrónicas como reclaman, sino un conjunto de medidas para apoderarse de la libertad de publicación en Internet".
"Esta regulación coloca al gobierno saudí en lo más alto de la lista de gobiernos autocráticos no sólo en el mundo árabe, sino en todo el mundo", agrega ANHRI.
Según miembros de IFEX, autoridades saudíes restringen la libertad de expresión de manera continua y castigan a las personas por expresar puntos de vista críticos. Por ejemplo en junio pasado, Shaikh Mikhlif bin Dahham al-Shammari, activista de derechos humanos, fue detenido y acusado de "molestar a otros" por artículos que había publicado y criticaban a oficiales del gobierno y a clérigos extremistas. Aún se encuentra encarcelado esperando juicio.
El 3 de enero, Human Rights Watch obtuvo una copia de un mensaje enviado por al-Shammari desde la prisión de Dammam, que afirma que los guardias golpean e insultan a los internos de manera sistemática. Una fuente de Human Rights Watch dijo que al-Shammari fue enviado a confinamiento solitario por enviar el mensaje.
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